viernes, 15 de enero de 2010

CUIDA TU SALUD CON ACEITE DE GIRASOL

El doctor ucraniano Karach, en un Congreso de Oncología y Bacteriología, explicó un inusual y sencillo proceso de curación con ayuda del aceite de girasol. Los resultados de éste proceso provocaron estupefacción y duda sobre la disertación del Dr. Karach.
Pero, después de analizar con detenimiento su aceite terapia, cada uno de los concurrentes se convenció de sus argumentos y probó su eficacia en su propio cuerpo. Es más que asombroso que un tratamiento tan sencillo e inofensivo como éste consiga tanto éxito. El real proceso de curación lo hace el organismo por sí solo. Con este sistema es posible curar al mismo tiempo células, tejidos y órganos, impidiendo, además, la destrucción de la micro flora (la cual impide la descomposición del cuerpo humano). Se supone que el ser humano libre de enfermedades, contagios y de ataques de bacterias podría vivir entre 140 y 150 años. Con esta terapia se curan completamente dolores de cabezas y de muelas; bronquitis; trombosis; alergias; enfermedades sanguíneas crónicas; parálisis; artrosis; eczemas; úlceras; enfermedades intestinales, cardio-circulatorias y renales; encefalitis y problemas ginecológicos. Al mismo tiempo, se habla que puede prevenir la aparición de tumores malignos, y también la epidémica enfermedad del sueño. ¡Qué les parece! El método del Dr. Karach cura todo el organismo, y es importantísimo en el tratamiento de problemas circulatorios. Su mismo descubridor (Dr. Karach), curó con este sistema la enfermedad sanguínea crónica, que padeció por 15 años, y su artrosis. Como aplicar la cura: El método consiste en hacer buches con aceite de girasol (máximo una cucharada sopera, mínimo una cucharadita de té) durante 15 a 20 minutos. El aceite se pasa sin apuro ni esfuerzo, por la boca y los dientes. Lo ideal es el aceite puro (100% girasol). Es preferible realizar los buches en ayunas (a la mañana antes del desayuno). Si quiere acelerar la ración, se pueden repetir hasta 3 veces por día, antes de las comidas y con el estómago vacío Al principio, el aceite es espeso. Luego, se torna más líquido y debe ser escupido. Se debe transformar en una solución blanca; si sigue amarillenta es señal que se debe continuar unos minutos más. De ninguna manera se debe tragar este aceite. Se debe escupir. Luego enjuagar muy bien la boca y limpiar los dientes con cepillo. Asimismo, es preciso lavar muy bien la pileta donde se lo escupió. Este líquido es extremadamente tóxico. En la solución expulsada se encuentran grandes cantidades de bacterias, microbios y otras sustancias perniciosas. Una gota de esta solución vista con un microscopio de 600 aumentos muestra fibras movedizas, que son los microbios en su primer estadio de evolución. El aceite limpia de bacterias la boca por efecto adhesivo. Es importante recalcar, que durante la realización de los buches, el metabolismo se refuerza consiguiendo un estado de salud duradero. Su resultado más visible e inmediato es la estabilización de los dientes flojos. Además, cura encías sangrientas y blanquea los dientes. Hay que efectuar este sistema tanto tiempo como sea necesario, hasta restablecer la fuerza natural del organismo, hasta que reaparece can el sueño tranquilo y el vigor. Al despertarse, no debe sentir cansancio ni tener hinchazones bajo los ojos. Un apetito saludable, un buen sueño y una buena memoria , son señales de que el método está funcionando. Al principio puede haber un empeoramiento en aquellos pacientes que padecen varias enfermedades a la vez. No se asusten, este fenómeno suele surgir cuando alguna de estas enfermedades comienza a disiparse. Es decir que siempre hay una mejora final, aunque a veces hay un pequeño empeoramiento al principio. Un poco de fiebre no es motivo de interrupción, en la medicina natural, un recrudecimiento de los síntomas es un signo de que el organismo se está recuperando. Cuántas veces por día (entre 1 y 3) realizará los buches, tiene que decidirlo cada uno por sí mismo. Generalmente, las enfermedades agudas pueden ser curadas en 3 ó 4 días y las crónicas, toman hasta un año. Es un tratamiento inofensivo, prácticamente gratuito (para los beneficios que aporta) y totalmente efectivo (según lo he probado en mi consultorio). Lo único que se precisa es fuerza de voluntad. Tengan paciencia y verán que el éxito corona el esfuerzo.

Todos somos ángeles con una sola ala, debemos abrazarnos si queremos volar!

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